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Mucho de lo que veo que escribo termina o empieza en las estadísticas. Realmente las emergencias sin estadísticas son algo complicado de evolucionar, y en mi entorno laboral concreto mi sensación es que no se profundiza apenas con rigor en esta tarea tan necesaria para mejorar la actuación y la prevención (http://www.foro-bomberos.com/tags.php?tag=estad%EDsticas)

Cuando estaba de prácticas recién salido de la escuela hubo una racha en la que me sorprendió que una gran parte de las salidas o servicios, los compañeros sabían ir al lugar sin mirar el mapa. De hecho recibían el aviso con un matiz de rutina, de "vaya, otra vez allí" .


Y con el tiempo me di cuenta de que no era gracias a un sistemático conocimiento de la zona, sino más bien a que una gran cantidad de los servicios que hacemos tienen que ver con el vandalismo y la intencionalidad y no con la emergencia como acto 100% sobrevenido por descuido o accidente. Los descampados donde se queman coches robados, los parques donde se repiten los avisos de hogueras descontroladas, la casa ocupada cuyos vecinos insisten en denunciar para presionar a los instalados....hay varios casos.

No sólo se trata de que los barrios más populares y humildes generan más actuaciones (los edificios antiguos son mucho más inseguros que los modernos) sino que muchas de las mismas sabemos o sospechamos que son fruto del ajuste de cuentas, del acto intencionado, o de individuos que protagonizan vidas con alto grado de riesgo o descontrol (drogas, desajustes psiquiátricos). Sin embargo nunca he visto esta tipología de origen estudiada en profundidad.


Yo reflexiono con dos aspectos. Uno es la falsa sensación de previsibilidad de acudir de auxilio a los actos vandálicos. Al ser parte de los servicios y los más repetitivos, sumergen a veces al turno o al equipo en un estado de relajación y previsibilidad que se aleja de la verdadera emergencia para la que hemos de estar preparados. En el conocimiento de rutas igualmente. Somos muy eficientes acudiendo a lugares de actuación muy común, pero más de actuaciones vandálicas (contenedores, hogueras, coches) que de verdaderas emergencias urbanas. Las tragedias urbanas estoy seguro que presentan una concentración de destinos muchísimo más reducida que el resto de servicios asociados al vandalismo.

La otra vertiente que me viene a la cabeza es el de la seguridad de la emergencia versus el propio ser humano. Mi jefe directo de parque relata con intensidad es servicio más peligroso que ha vivido en su carrera, y no fue causado por el fuego ni por las inclemencias. Fue a causa de verse inmerso en una escena de violencia con una persona armada en un piso sin posibilidad de salir.

En mi corta carrera ya he escuchado bastantes relatos de situaciones delicadas. Armas blancas de individuos que no se dejan atender, personas que protagonizan un accidente con el coche cuando huían de un delito, gente bajo los efectos de las drogas, medicadas psiquiátricamente o simplemente situaciones de violencia que sobrevienen en medio de un rescate u otro tipo de servicio inicialmente. Es algo cercano al riesgo que viven los policías, pero con el matiz de que nosotros no siempre vamos mentalizados a enfrentarnos a una amenaza de este tipo.


Como ejemplos puntuales dejo algún enlace:

Dos bomberos muertos por disparos intencionados en un incendio trampa:
· http://www.elmundo.es/america/2012/12/24/estados_unidos/1356364997.html
Disparos a los bomberos al volver de un servicio
· http://www.fasbo-bomberosandalucia.com/index.php?option=com_content&view=article&id=213%3Abomberos-de-granada-son-tiroteados-cuando-regresaban-de-cubrir-un-siniestro&catid=6%3Anoticias-fasbo&Itemid=26

Espero algún día se encare el estudio de este tipo de tipologías de emergencia. Además del aspecto de seguridad, existe un coste social que se traduce en recursos de emergencia empleados en servicios que no quedan registrados como provocados por falta de investigación en detalle o simple falta de datos. Y cara a la correcta planificación de la gestión de emergencia, interesaría saber indentificar y analizar estas tipologías de intervención con claridad.