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Hoy hemos tenido un fuego-vivienda en Sant Boi y las comunicaciones han sido muy complicadas.


Se trataba de una calle estrecha, flanqueada por pisos altos a los lados (7 u 8 pisos de altura) y para colmo el vehículo de ayuda ha entrado marcha atrás haciendo la caja de resonancia aún más cerrada. Se han sumado los ruidos de la bomba propia y la del otro vehículo y todo en el recinto casi cerrado que suponia la calle.

Por la nueva medida de hablar por Xarxa en el servicio, he dejado el vehículo en su configuración normal (grupo 501) y he puesto el directo en la portátil para verificar que no se me escapaba ningún mensaje de algún vehículo que pudiera agregarse al servicio y operar a "la antigua", por el directo. No disponía de más equipos de radio y ha sido una limitación importante, porque la posibilidad de poner en directo el vehículo y en red la portátil es un poco estrafalaria (y deja sin localización GPS al vehículo, función llamada emergencia, etc) y me he visto obligado a seguir toda la comunicación por la radio de bomba sin poder alejarme de su ruido y todo el eco y redundancia de aquel espacio.

Esta situación ya la había vivido en alguna otra ocasión. Calles estrechas donde resuena mucho el ruido motor y donde se añaden motoventiladores, generadores y ralentís de otros vehículos. En una práctica en el Metro también me había quedado claro el problema de los ecos con nuestro actual sistema y cuando a esto le añadimos el equipo de aire puesto la situación se complica aún más.


Me ha hecho acordarme de mi llegada al servicio hace 3 años. Venía de ser bombero en el aeropuerto del Prat y allí las comunicaciones también eran un problema pero diría que muy distintos. Mi impresión al llegar es que apenas lograba identificar a quiénes hablaban por la radio (voces conocidas) y los acoples y baja fidelidad del sonido me sorprendía. En los walkies analógicos del aeropuerto la comunicación era mucho más natural, se reconocían los timbres con mucha mayor facilidad y en general se configuraban los volúmenes mucho mas bajos y no habías nuestros sempiternos pitiditos de inicio y final de transmisión.

En este artículo comenté brevemente acerca de nuestro PTT Savox. Hoy el comentario se lo debo a los altavoces de intemperie que llevamos instalados en la bomba del vehículo. Son antiinflamables, humedecibles y seguro cumplen muchas certificaciones de robustez pero en general por lo que conozco, su fidelidad de audio es muy baja. Ignoro en detalle la oferta de estos productos en el mercado, pero sin duda en el compromiso entre robustez y fidelidad yo corregiría un poco hacia la fidelidad del audio.

Una baja fidelidad de voz no sólo hace difícil reconocer a quién nos habla (una manera natural e instintiva de identificar el remitente de las transmisiones muy eficaz) sino que acaba provocando subidas de volumen innecesarias, y consecuentemente ecos, reverberaciones, y en general un sentimiento de incomodidad en la comunicación.